Publicaba recientemente la revista Yo Dona que, llegados los 40, la mujer experimenta una segunda adolescencia. El razonamiento tiene una base biológica: nuestro cuerpo se prepara de nuevo para un terremoto hormonal que lo cambiará para siempre. Este asunto de la premenopausia se ha enfocado casi siempre como una especie de fin de fiesta, como si debiéramos bailar las últimas lentas antes de que el Dj diera por terminada su sesión. Sin embargo, hace algunos años que la cuarta década se reivindica de otra manera, más como principio que como fin. Por seguir con el símil noctámbulo, como un divertido afterhours al que muchas podremos ir cuando se apaguen las luces de la disco.
Es de esperar que, llegados los 40, simplemente por las experiencias vividas, te hayas forjado una autoestima considerable que te ayuda a sentirte bien, a estar segura de ti misma, aceptándote. Y no sólo hay aceptación: también orgullo personal de ser como eres y de llegar hasta donde has llegado. Hay una transformación y viene de dentro. Te asumes más porque te conoces mejor. Sabes las cosas buenas que tienes, aunque también las que no.
En plena forma por dentro y por fuera, cada vez son más las que deciden tener hijos cumplidas las cuatro décadas. Nicole Kidman fue madre a los 40 años. Geena Davis, a los 46. Kim Basinger, a los 42. Marcia Cross, la pelirroja de Mujeres desesperadas, tuvo a sus mellizas a los 44. Salma Hayek dio a luz a los 41. Halle Berry, a los 41 y a los 46. Madonna, a los 42. Ángela Molina, a los 47 y Ana Rosa Quintana tuvo gemelos a los 48.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que, en 12 años, casi se ha triplicado el número de mujeres que tienen hijos a partir de 40 años. Si en el 2000 eran 10.163, en 2013 fueron 29.070. En el año 2000, tan sólo 1.238 mujeres fueron madre por primera vez con cuarenta, en 2013 esta cifra asciende a 4.168.
Mujeres que han sido madres con 40 años o más en España* | ||
Año 1996 | Año 2000 | Año 2013 |
6.897 | 10.163 | 29.070 |
*Datos obtenidos en el INE
España no es el único país donde se ha retrasado la paternidad: se trata de un fenómeno que comparte todo el mundo desarrollado y gran parte de los países en vías de desarrollo. Las madres, además, no son las únicas que tienen hijos más tarde. También ha subido notablemente la edad de los padres, aunque no se suela reflejar en las estadísticas. De hecho, la edad de los padres primerizos ha subido aún más que la de las madres. Según el INE la media de edad en que una mujer tiene un hijo se sitúa en torno a los 31, la de los padres está en torno a los 34. Cada vez hay más padres y madres que deciden formar una familia cuando tienen entre 35 y 45 años, edades impensables para los padres primerizos hace sólo unas décadas.
EL retraso de la paternidad y la maternidad tiene consecuencias sociológicas y psicológicas, y de gran calado. Retrasar la edad de ser padres no es necesariamente malo en el plano familiar. Numerosos estudios han constatado que los hijos de padres mayores se crían en un ambiente que es más acogedor y estable. Los padres tienen más experiencia, más recursos, y tienen menos problemas que los progenitores más jóvenes. Esta claro que Si a partir de cierta edad decides tener un hijo, es que lo tienes muy claro. A nivel laboral y económico está todo conseguido, y la decisión es muy meditada. De alguna forma, son hijos muy deseados.
Sin embargo los obstáculos llegan cuando los hijos van haciéndose mayores. Si retrasamos la paternidad tenemos el peligro de convertirnos en lo que se conoce como la “Generación Sándwich”: cuando nuestros hijos llegan a la adolescencia, y dan cada vez más guerra, nuestros padres llegan a la vejez, y nos necesitan más que nunca. Si tienes un padre octogenario y un hijo adolescente, la atención se tiene que dividir entre ambos.
Lo cierto es que lejos de pretender decirle a alguien cuando es mejor ser padre y madre, mi intención pasa más por compartir unos datos que nos hacen la foto del momento en el que nos encontramos y lo cambiante que es nuestra sociedad. Que cada cual elija teniendo en cuenta su situación cuando dar el paso de la paternidad. Lo positivo es que si ahora te decides más tarde, la posibilidad existe. Antes no.