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¿Qué pasa cuando la comida es un refugio?

Eating Addiction

Cada vez hay más evidencias de la estrecha relación que existe entre el sobrepeso, ciertos factores psicológicos, las emociones, la motivación o incluso el comportamiento adictivo.

El factor emocional parece explicar la mayor parte de los fracasos a largo plazo en los programas de perdida de peso.

Comemos para mucho más que para cubrir nuestras necesidades fisiológicas. Comemos para olvidar, para celebrar, para compartir, para mitigar o eliminar emociones desagradables y/o para recompensarnos. Comiendo disfrazamos nuestro problema real.

El primer placer que tenemos en la vida es comer. A los pocos minutos de nacer, nos enganchan al pecho de muestra madre, sintiendo inmediatamente calor y protección. Desde ese momento y para toda la vida, la alimentación representará una sensación de bienestar. Esto nos ayuda a entender por qué cuando estamos tristes, ansiosos o enfadados, lo primero que hacemos es buscar algo rico que llevarnos a la boca, buscamos el “alimento confort”; pues tenemos el recuerdo inconsciente de la infancia, cuando la comida estaba íntimamente asociada al amor, a la sensación de estar bien cuidados, de sentirnos queridos. Por eso cuando nos sentimos heridos, vulnerables o inferiores…comemos…creyendo erróneamente poder recuperar esa sensación de protección total. La cuestión es que este mecanismo ya no funciona en la edad adulta: COMER no nos protege porque ahora nuestras necesidades son más complejas.

¿Por qué no funcionan las dietas?

La mayoría de las dietas no funcionan porque la acción de comer sin control y el peso, son los síntomas, y no el problema.

El hecho de centrarse en la comida es una forma de no prestar atención a los verdaderas razones que provocan el impulso irrefrenable de comer. Estas razones son mucho más complejas que la falta de fuerza de voluntad o la disciplina para cumplir con una dieta de adelgazamiento. Los motivos por lo que a veces comemos tienen que ver con la falta de cuidado, de confianza, de amor que sentimos. Tienen que ver con los abusos sufridos, la cólera no expresada, el dolor, la soledad y el hecho de sentirse o haberse sentido poco querido. Algunas de las personas que personas se refugian en la comida es porque se sienten agredidos y la solución para superarlo no es una dieta; si no una terapia psicológica.

Ayuda y tratamiento

Un terapeuta puede ayudarte a dejar de recurrir a los alimentos siempre que aparece un cambio, una dificultad o una emoción desagradable.

¿Quieres aprender a tener una mejor relación con los alimentos?

 

 

 

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