Blog

¡Qué le voy hacer si soy así!

22 diciembre, 2014 carmen SUPERACION

cambiarMuchos de mis pacientes estaban convencidos de que es  imposible cambiar. A muchas de mis preguntas cuando charlamos en las sesiones de  por qué han actuado de tal o cual  manera, o por qué han decidido hacer o no hacer algo me contestan: “ Ah…pues yo qué sé…lo he hecho porque yo soy así, así me hicieron mis padres y no voy a cambiar ahora.”

La personalidad

La personalidad es un conjunto de patrones (de pensamiento, comportamiento y sentimientos) que te hacen ser quien eres. Viene determinada  por la herencia, es decir,  por los genes pero también por el ambiente; por el  resultado de las miles de vivencias, experiencias y aprendizajes a lo largo de la vida, sobre todo, de los primeros años de vida. Algunas personas están convencidas de la imposibilidad de cambiar. Creen que se nace y se muere  con la misma  personalidad. Por eso cuando les digo que es posible cambiar  se les abren los ojos como platos de  escéptica sorpresa y cierta incredulidad.
En realidad resulta lógico esperar que quien viene comportándose y pensando de un modo determinado, considere improbable llegar a ser de otra manera sin embargo es una creencia errónea. Uno se hace avaro acaparando bienes y objetos, se hace pesimista pensando de forma negativa,  se hace introvertido encerrándose en sí mismo. La personalidad también es el resultado del conjunto de nuestros pensamientos, juicios y creencias.

Sí se puede cambiar 

Para cambiar hay que practicar los comportamientos que nos llevan en la dirección deseada, así es como  comienza a producirse y hacerse realidad el cambio.

Por lo tanto si una persona quiere cambiar puede hacerlo simplemente empezando a modificar los comportamientos, practicando los opuestos a los que venía haciendo y que no le convenían, o haciendo los que se corresponden al objetivo que se fije como cambio.

De este modo, uno puede ser más sociable a base de practicar la comunicación y la sociabilidad, a base de hablar, mirar, acercarse, preguntar, saludar, ayudar… Basta con comenzar a actuar de manera contraria a como se hacía en un área de la vida que a uno no le gusta para que, al poco tiempo, se perciba que todo es algo diferente a como era. 

Si a los cambios en lo que hacemos añadimos, como guinda, una nueva actitud mental, una forma de pensar favorable a ese cambio, éste queda garantizado.

Hay quien cree  que si uno es agresivo y hostil, puede comportarse en un momento puntual amablemente con alguien, aun creyendo que este acto es, además de artificial y forzado, algo excepcional que no ayuda a cambiar la personalidad. Ahora bien, en el momento en que se asume que se puede modificar una sola vez la agresividad, se está admitiendo que se podrá hacerlo más veces si uno se empeña; a base de repetir esos comportamientos se logrará ser de otra manera, a pesar de que no se llegue a ser completamente diferente (ni falta que hace). Uno modificará en parte su manera de ser y los demás comenzarán a verlo también distinto.

Se puede cambiar nuestra forma de ser a base de sumar cambios en nuestras conductas personales y sociales y en nuestras actitudes, creencias, expectativas y pensamientos.

Me resisto al cambio

Lo que sucede, y en esto si estoy de acuerdo con esas personas  reticentes e incrédulas, es que en todo cambio, aunque sea de unas pocas conductas, crea una resistencia. Crear un nuevo hábito de comportamiento supone mucho esfuerzo y todo nuestro ser lo rechaza porque prefiere seguir haciendo lo que conoce, lo que sabe, prefiere quedarse en el terreno conocido, a pesar de que lo conocido no sea lo mejor, e incluso sea a veces, perjudicial.

Aparentar hasta lograr

Digan lo que digan si es posible cambiar. Además, se puede empezar inmediatamente y se trata de uno de los mayores privilegios que tiene el ser humano: no estamos condenados por el destino a ser de una forma determinada. 

Lo que no nos hace cambiar de manera de ser es atiborrarnos de medicamentos esperando un remedio mágico que no existe. La magia radica en uno mismo. En sustituir uno comportamientos que nos perjudican por otros que nos acercan a lo que queremos ser!

Los americanos tienen una expresión buenísima que recoge estupendamente lo que os digo: «Fake it until you make it»,  Aparentar hasta lograr, es decir finge hacerlo hasta que te salga solo.

Creer que no se puede cambiar es una postura cómoda y conformista.  Mientras estemos vivos podemos cambiar. Lo importante es saber en qué dirección y ser perseverante ante las dificultades que sin duda, surgirán.

Comentarios:


Deja una respuesta