La Ventana de Johari es una herramienta tan útil para el análisis de uno mismo, que se puede aplicar en cualquier área (familia, empresa, amigos, pareja…).
Se trata de un sencillo modelo que ayuda a comprender la forma en que procesamos la información y cómo varía la percepción que tenemos de nosotros mismos y de los demás. La clave es estar abierto a los comentarios que otras personas (de nuestra absoluta confianza) nos dan para conocernos mejor.
Hay un proverbio árabe muy apropiado que dice así:
Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos, mírate a un espejo.
Lo que viene a decir es que si hay bastante gente que tiene una determinada opinión sobre ti, es posible les hayas dado razones de sobra para que opinen de esa manera. Si no les quieres escuchar, allá tú; pero eso es lo que proyectas al exterior.
Charles Handy llama a este concepto la “casa de cuatro habitaciones de Johari” y se muestra en forma de cuatro cuadrantes como i de una ventana de cuatro cuarterones se tratara. Estos cuadrantes están permanentemente interactuando entre sí, por lo que si una de las áreas aumenta o disminuye, ese cambio afecta a todas las demás.
Cuadrante 1: Área Pública
Es la parte de nosotros mismos que los demás también ven.
Son comportamientos que dejamos al descubierto, ya sean buenos o malos. Nos movemos en esta área cuando intercambiamos información con los demás. Según la teoría, “la persona en la que predomina el área pública vive de manera más armónica y sana, pues se muestra tal cual es, se conoce a sí misma y no vive con miedo a que los demás la conozcan”. Es decir cuanto mayor sea esta ventana en tu vida, mejor.
Cuadrante 2: Área Ciega
Es la parte que los otros perciben pero nosotros no, es decir, lo que los demás saben de nosotros y no nos cuentan.
Lo que comunicamos sin saberlo. En muchas ocasiones, ésta ventana es la fuente de nuestros problemas de comunicación con los demás. No es fácil aceptar este tipo de información sobre nosotros mismos cuando se trata de una característica negativa que no reconocemos; pero hay que estar abiertos para aprender más sobre la impresión que causamos a los demás. El objetivo es hacer que esta área sea cuanto más pequeña mejor.
Cuadrante 3: Área Oculta
Es el espacio personal privado.
Lo que sabemos de nosotros mismos y no queremos compartir.
En realidad, son sentimientos, ideas, secretos, miedos… cualquier cosa que queremos ocultar a los demás. Y lo ocultamos porque pensamos que no nos van a comprender, no nos van a apoyar o que el grupo no lo va a aceptar. Este ventana produce un consumo de energía muy alto al tratar de ocultar información constantemente por miedo a ser rechazada o minusvalorada; por lo que esta ventana debería ser pequeñita.
Cuadrante 4: Área Desconocida.
Es la parte más misteriosa del subconsciente que ni uno mismo ni los demás logran percibir.
Un área donde se encuentran capacidades o habilidades ocultas. Una ventana desde donde podemos explorar cosas nuevas.
La teoría dice que “en esta ventana se encuentran los sentimientos reprimidos, miedos desconocidos y comportamientos aprendidos desde que eras un niño”.
¿Quieres conocerte mejor?
Si estás dispuesto a conocerte mejor, los esfuerzos hay que ponerlos en el cuadrante 2.
¿Quieres saber cómo?
Pidiendo feedback a las personas más cercanas. Que te digan honestamente lo que opinan de ti.
También es importante reducir el cuadrante 3 (área oculta). Si estás ocultando cosas a tu familia o amigos, eso podría crearte problemas futuros. Lo mejor es ser honesto en tus relaciones.
Para ello, te propongo un ejercicio creado por los autores de la ventana de Johari.
Sigue estos pasos:
1. Escoge de la lista entre 5-6 características que tú consideres que son las que mejor te representan:
2. Da a elegir a un grupo de personas las 5-6 características que según ellos son las que mejor te definen.
3. A partir de aquí, tú mismo puedes construir tu propia VENTANA DE JOHARI:
- Clasifica como Públicos aquellos rasgos que tú has identificado y al menos otra persona ha coincidido contigo.
- Clasifica como Ciegos los rasgos que otros han señalado pero tú no.
- Agrupa como Ocultas las características que tú has enumerado pero que los demás no han reconocido en ti.
- El resto de rasgos ponlos en el área Desconocida. Se recogen en esta área por descarte, no significa que necesariamente formen parte de tu subconsciente.
Si te animas a hacer este ejercicio, seguramente descubrirás habilidades y puntos fuertes que no sabías que tenías. La confianza y el compañerismo entre las personas va creciendo a medida que se va revelando información sobre uno mismo y sobre lo que hasta ahora formaba parte de lo privado y personal.
“La confianza nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas”, Wallace Stevens.