Algunos de nosotros utilizamos las vacaciones para solucionar problemas. Decidimos esperar a estar más tranquilos, más relajados y menos estresados para darle solución a los “problemas” pendientes.
Voy a aprovechar que el mes de agosto ya nos mira a la cara de cerca y es por excelencia el mes TOP de veraneo, para hablaros de la Terapia de Solución de Problemas (TSP), una terapia que surgió en los años setenta dentro de las terapias cognitivas.
El objetivo de la TSP es mejorar nuestra competencia y disminuir el malestar psicológico. Es decir, esta terapia ayuda a que identifiquemos soluciones a los problemas específicos que se nos presentan en la vida cotidiana. La meta es producir consecuencias positivas y disminuir o evitar las consecuencias negativas. Con la TSP podemos abordar cualquier tipo de problemas: financieros, personales, conflictos maritales, disputas familiares, depresión, ansiedad, discriminación, conducta criminal, etc.
De siempre, se ha reconocido que las emociones tienen un importante papel en la Terapia de Solución de Problemas. Las respuestas emocionales pueden ser positivas o negativas. Las primeras facilitan el proceso de solución de problemas, las negativas lo interfieren o inhiben.
El estilo de solución de problemas que cada persona posee, es crucial para el proceso de solución de problemas. Existen tres estilos de solución de problemas. El estilo racional, el impulsivo o el adaptativo. Un estilo racional o adaptativo permite solucionar los problemas. Los estilos impulsivos y evitativos, dificultan o imposibilitan resolverlos. El impulsivo por ser la impulsividad la respuesta generalizada ante cualquier problema. Y el evitativo porque la persona no afronta la solución de problemas, la retrasa mostrando pasividad ante ella o muestra una fuerte dependencia ante otras personas que son las que deciden la solución al problema. Por ello, estas personas, evitan los problemas, no se enfrentan a ellos, los dilata o carga la responsabilidad de su solución a otros.
El estilo racional de solución de problemas
También llamado estilo constructivo. Quien resuelve los problemas con este estilo, cuenta con cuatro habilidades específicas magnificas: la capacidad para definir y formular un problema, la habilidad para generar soluciones alternativas, una buena capacidad para tomar decisiones y la habilidad de implementar y verificar la solución.
Sin duda, tener un estilo adaptativo de solución de problemas es lo más deseable. Si no se tiene, algo bastante frecuente, en terapia ayudamos a las personas a mejorar sus habilidades y capacidades para que el afrontamiento de sus problemas sea lo más adaptativo posible.
“ Lo resuelves y avanzas. Huyes y se repite”