¿Alguna vez te has parado a pensar sobre tu curso de la vida ? ¿o el que llevan las personas que quieres o conoces?
Por mi profesión es algo que hago constantemente y compruebo una y otra vez cómo algunas personas actúan incluyendo en sus vidas determinadas opciones y excluyendo otras.
Puede parecernos lógico que una persona haya excluido de su vida, por ejemplo, el fracaso, el sufrimiento, pero quizás nos cueste entender más que lo que una persona haya excluido de su vida sea el éxito, o la alegría, o la capacidad de pensar bien, o las relaciones satisfactorias. Sin embargo, así es.
El descubrimiento de que se está siguiendo un guión, ver la unión de lo que ha sucedido en tu vida en el pasado con lo que está sucediendo ahora, y a partir de ello esperar lo que con mayor probabilidad sucederá en el fututo ni nada cambia supone un trabajo y un esfuerzo personal tremendo. Comprender el guión de vida que has escrito para ti y que sigues para vivir, es el primer paso para convencerte de que puedes cambiar tu guión. Tendrás que abandonar fantasías, tendrás que ignorar a personajes que has buscado para tu guión y que su finalidad es llevarte de nuevo al mismo sitio: soledad, fracaso, ruptura, despido… Éstos y otros abandonos y descubrir que no debes darles un papel en el guión de tu vida, es el primer paso cambiar y escribir tu nuevo guión.
Detrás de todo guión, hay una imagen de cómo la persona se vive y se siente a ella misma. Esta imagen del YO está grabada de forma muy profunda en nosotros, y condensa el sufrimiento, el miedo y la limitación que nos lleva a estructurar nuestro guión. Pondré un ejemplo para entender esto mejor. Imaginaos a un niño sentado en una silla intentando obtener migajas de cariño, dando pena y mostrándose solo y abatido. Si esa persona no saca ese YO, aunque ahora mida 1,90 y sus empleados tiemblen al oírle llegar, será siempre un niño que siente que no está bien. Y basándose en ese sentimiento y con esas carencias creará su guión de vida.
La lucha fundamental en el abandono de un guión gira en torno a esa imagen que cada uno tiene de su YO.
Mi trabajo consiste en establecer una alianza con el paciente para lograr a través de ejercicios que la persona se sienta digna, fuerte, con la capacidad de aceptar y ser aceptado por los demás, de querer y ser querido por los demás. En definitiva fortalecer su YO.
Como siempre, tu decides. Yo sólo te ayudo; si tu quieres.
“Pues si puedo ayudaros no será con actos o maquinaciones, o decidiendo que toméis tal o cual rumbo, sino por el conocimiento de lo que ha sido y lo que es, y en parte de lo que será”.
J.R.R. Tolkien, “El Señor de los Anillos”