Qué hacemos si no conseguimos alcanzar nuestros objetivos y sueños.
¿Debemos luchar para siempre por ellos? ¿o está “permitido abandonar”?
Tal vez estés ahora mismo, o hayas estado recientemente luchando por alcanzar algo que deseas y no has conseguido avances. Puede que te sientas atascado, frustrado, enfadado y con poco ánimo para continuar. Puede que estés… a punto de tirar la toalla.
Espera. Antes de decidir si continuas persiguiendo tu sueño o no, hagamos juntos una revisión de tus objetivos.
¿Tu sueño está definido como un objetivo?
Una cosa es un sueño y otra un objetivo. Si quieres alcanzar tu sueño debes convertirlo en objetivo. Si todavía no habías diseñado tu sueño como un objetivo este es el momento. Coge lápiz y papel que empezamos.
De sueño a objetivo
Para que nuestros propósitos no se queden desvanecidos en nuestra larga lista de tareas pendientes y pasen a convertirse en hechos sigue estos pasos.
1. ¿Qué es lo que quiero conseguir?
Define específica y claramente lo que quieres alcanzar y ponle una fecha de realización, un plazo. La única diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha. El objetivo “quiero sacarme el carnet de conducir” no sería suficiente; estaría bien formulado si lo completo de la siguiente forma “quiero sacarme el carnet de conducir antes de junio de este año”.
2. ¿Qué es lo que necesito para conseguir eso que quiero?
Piensa y planifica los pasos que tienes que dar y las cosas que tienes que hacer.
3. ¿Para qué quiero conseguir eso?
Haz un listado de todas las motivaciones que tengas para conseguir ese objetivo. Escribe en esa listado los beneficios que tiene para ti alcanzar esa meta. Este listado te ayudará a conocer si realmente quieres alcanzar ese objetivo.
Algunas veces abandonamos un objetivo porque realmente no es importante, o al menos no lo es tanto como para que compense el esfuerzo de alcanzarlo. Entonces lo mejor es dejarlo por el momento y no invertir esfuerzos que pueden ser muy valiosos en los momentos de flaqueza.
Una vez inmerso en la consecución de tu meta, si las cosas pasan de castaño oscuro, recupera tu lista, échala un vistazo y recuerda lo que vas a conseguir si continuas el camino para alcanzar lo que quieres.
4. ¿Qué obstáculos me puedo encontrar?
Ser capaz de prever posibles dificultades, te ayudará a estar preparado para afrontarlas, en caso de que aparezcan. Y también para valorar la dificultad de consecución de tu meta y poder determinar si merece la pena el esfuerzo.
5. Y… acción!
Ponte es marcha cuanto antes. El primer paso es el más importante, porque este te llevará al segundo y al tercero… y así paso a paso llegarás a tu deseada meta. Y ésta vez, SI, conseguirás tus propósitos.
Y recuerda…
” Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto.” Henry Ford.
Muy buena entrada! somos lo que pensamos…así que podemos hacerlo posible 🙂
un saludo.
Gracias!